miércoles, 19 de septiembre de 2012

The X Factor: Matchbox Twenty - North



“Oh Dios mío! Rubén! Te estás volviendo loco! Cómo puedes tener un blog en el que hablas de los Dioses de la música y después analizas música comercial?”

Mi yo del pasado me mira fijamente a los ojos mientras me susurra: te has vendido. Yo le miro fijamente y le digo: parece que te has comido a ti mismo. Y es que así e, desde que comencé a escribir en este blog, han pasado 3 años, muchas mentes por mi cabeza y unos 28 kilos que se han esfumado. En uno de esos periodos de madurez intelectual que he tenido, ese fue el de abrirme musicalmente. Y ello ha llevado a toparme casi de casualidad con esta joya: Matchbox Twenty. El disco que voy a analizar es el más reciente, North. Para que los que quieran sigan leyendo y los que no, pues no, esta banda hace pop rock. Bien, ahora seguimos.

Desde la primera canción, Parade, te das cuenta de que no ofrecen nada nuevo. Estribillos facilones, melodías pegadizas y letras bastante simples. Quizá es eso lo que me llama la atención, lejos de los pentagramas llenos de notas imposibles y de solos de infarto. Aún con todo, queda bien. Guitarras que hacen más melodía que riffs pesados, obviamente. Una voz acorse con el grupo, haciéndose a si mismo los propios coros, una batería simple pero efectiva, y un bajo que… no se escucha. Las guitarras se encarga de taparle. She’s so Mean es su primer single, un tema muy enérgico, que con el nombre te haces a la idea que de catástrofes no va precisamente. Muy bonito y pegadizo. Y bailable. Yo, en breves, dadme tiempo. Pronto me sorprenden con una guitarra acústica en Overjoyed. Lo cierto es que la voz de Rob Thomas te engancha desde el primer momento. Es un tema muy lento, para escuchar agarrados.

Ahora caigo! A este grupo ya le conocía, por su canción This is how far we’ve come, un temazo sin duda, pero no les ubicaba hasta ahora. La duración de los temas es corta, no llega a los 4 minutos en la mayoría de los temas, lo que los hace más dinámicos y accesibles. Lo destaco porque la media de canciones analizadas en este blog es de 490 minutos aproximadamente. Fuera de bromas, sigue Put you Hands Up, un tema con la guitarra a lo funky, para bailarlo. Vamos a hacer una cosa, todos sus temas son bailables, así me ahorro el tener que ponerlo 13 veces en la review. Un sintetizador muy chulo que suena por ahí en el estribillo, y quizá, a mi gusto le faltaba un ritmo a palmas como en She’s so mean. Pero eso ya es gusto mío. Un tema fundamentalmente electrónico es Our Song, en el que las guitarras están solo de adorno casi, pero que aún así, queda genial.

El disco pasa, con canciones como I Will(tema acústico precioso), English Town(apoyado en un piano, con una atmósfera algo tristona e inquietante pero que gana potencia al final, sonido de trompetas incluido) y How Long(algo más alegre que las anteriores, apoyada en sintetizadores y un ritmo chulo de batería), muy parecido al siguiente tema, Radio. The Way sigue el esquema de las canciones anteriores, apoyado en teclado y batería. Like Sugar tiene un ritmo de batería muy pegadizo, con una voz etiborrada en ocasiones de sintetizador, con un teclado que conforme pasan las canciones gana protagonismo, relegando la guitarra. Sleeping at a Wheel se aleja un poco, es un tema que va de menos a más, inspirado al más puro estilo U2. Me gusta. El disco se acaba casi sin que te des cuenta, y eso es sinónimo de trabajo bien hecho. Al igual que esto, que espero que os haya gustado tanto como a mi escribirlo. A ver si con suerte el viernes traigo otra review. Un saludo!

viernes, 14 de septiembre de 2012

The X Factor: Liquid Tension Experiment

Vamos ya! Hoy estoy especialmente motivado para sumergirme en el mar de las notas imposibles, de los compases alocados y divertidos, en el mundo de los músicos deificados, en el mundo de la Liquid Tension Experiment! Esta es una de esas cosas que sólo ocurren una vez cada X años, como la visión del cometa Halley más o menos. 4 dioses bajan del cielo y nos regalan una auténtica JOYA. Dos, en el caso de esta banda, y que analizaré por solitario. Una auténtica orgía instrumental. Este análisis, si se puede llamar así a esta bajada de pantalones ante estos 4 fantásticos, es el 1º disco de la banda. Pero… quienes son Liquid Tension Experiment? Pues estos dioses:

John Petrucci(Dream Theater, G3 en 2005 junto a Joe Satriani y Steve Vai y 2012 junto a Neal Morse y Joe Satriani)



Mike Portnoy(exDream Theater, exAvenged Sevenfold, Transatlantic, Flying Colors, exOSI, Adrenaline Mob…)



Jordan Rudess(Dream Theater, exDixie Dregs, David Bowie, Steven Wilson…)



Tony Levin(John Lennon, King Crimson, Pink Floyd, en solitario, popularizó el Chapman Stick…)



Y vamos con el 1º tema, Paradigm Shift. Un tema que ya te deja claro de lo que va. Probablemente a más de un tío que escuche pop le explote la cabeza debido a la cantidad de información que llega con cada compás. Hacen lo que les da la puta gana! Y lo que más rabia da es que les queda bien! Así son ellos, y así es Petrucci, que menudo solo se marca en la parte central de la canción. Sólo Petrucci? Atención, por ahí viene Jordan Rudess con su teclado para hacer que nos explote el puto cráneo. No puedo sino quitarme el sombrero. Ahí no acaba la cosa, Portnoy está comedido, y se escucha la magnífica linea de bajo de Tony Levin en todo el disco! Y qué bien suena. Esa mezcla de sonidos árabes con lo más puramente prog es fascinante, y esos sonidos de Rudess en el teclado serían nuevos en ese momento para lo que es una banda como Dream Theater, acostumbrada a la magnífica ambientación de Kevin Moore y a los sonidos más hard rock de Derek Sherinian. Estos sonidos de teclado vamos a gozarlos en DT en los siguientes discos.

Osmosis comienza como un tema lento, apoyado en la linea de bajo de Levin acompañado con acordes de Petrucci y ambientación de Rudess. Poco a poco el teclista se va haciendo dueño del tema con acordes de piano sin descuidar la ambientación, que cada vez va a más. Un tema sencillo, de 3 minutos, tranquilo, sin querer demostrar nada por parte de ninguno de los cuatro. Quizá demuestran en el sentido de que… si, son capaces de tocar cualquier cosa, ya sea una locura(la pieza anterior) o algo relativamente sencillo como esto. Por supuesto, Petrucci no iba a defraudar, y nos deja un solo muy bonito en la parte final. El 3º tema es Kindred Spirits, que comienza muy hardrock, aunque poco a poco Rudess se hace su hueco y nos hace flipar. Y Portnoy? Muy tranquilo está en este disco, de momento. Todo muy ambiental, pasando de momentos duros de guitarras a los mejores pasajes de jazz inspirados. Rudess vuelve a sorprendernos con un solo que pone los pelos de punta en este tema. Y seguimos con The Stretch, un tema de 2 minutos dominado por Rudess, con Petrucci, Levin y Portnoy al más puro estilo funky dejando que el teclista haga lo que le de la gana.

Freedom of Speech es un tema que comienza a piano. Y poco a poco, el virtusismo de ambos, dominando Petrucci en la parte inicial, se instala en un tema que, siendo de 9 minutos, y sin tener cantante, te hace emocionarte, debido a, repito, la excelente ambientación de Rudess. Poco a poco esa atmósfera se torna cada vez más psicodélica y acaba en una orgía en la que los 4 hacen lo que les da la gana, entre solos de unos y otros, intercalando con pasajes más accesibles para el oido medio, etc.  De lo mejor del disco junto con Paradigm Shift. Sinceramente, un tema precioso. Pero el disco, por suerte, no acaba ahí. Ya se echaba de menos a Mike Portnoy, menuda forma de comenzar el siguiente tema. Un solo, para comenzar a marcar el ritmo del siguiente tema junto a Tony Levin. Hablo de Chris and Kevin’s excellent adventure. Quién dijo que en este tema no había cambios de compás o de tempo? No habías escuchado el disco entero. Levin y Portnoy toman el mando de la canción, tan solo acompañados por una persona guiando el tema a base de silbidos. Dura 2 minutos.

State of Grace es el siguiente tema. Y Petrucci y Rudess se desquitan a gusto de no haber participado en el anterior. Un tema muy bonito que podría valer en su parte inicial como balada, y que poco a poco se torna intranquilo. Pero toda la tranquilidad que tenía este tema, desaparece con el siguiente, Universal Mind. Un tema de lo más movido, de lo más rockero y de lo más divertido sin duda, llevando Petrucci el mando de la canción junto con Rudess, que, como ha quedado demostrado en todo el disco, en DT y en el G3, se compenetran de maravilla. Levin se sale una vez más al bajo, como era de esperar en un músico de su talla. Y lo mejor, es un tema circular. Qué quiere decir? Que empieza con el mismo motivo con el que acaba en parte, dejando el cierre para una composición de corte… clásica? Se les ha ido la olla!

El disco acaba con Three Minute Warning, dejando a Portnoy que se luzca un poco en la batería. Aunque los demás no se quedan atrás. Es un tema de cierre esencial para dejar a los cuatro músicos por todo lo alto, con solos por doquier, con afirmaciones y contestaciones entre los músicos, melodías que se entrecruzan… Una locura para el que lo escucha de primeras. Y es un tema facilmente accesible. El tema acaba, el disco también, pero no mis ansias de más. Probablemente cada mes trate de hacer una crónica sobre rock o metal progresivo, alejado de lo que puedo llegar a hacer a menudo. Así cubriré el mes con 4 crónicas de discos de este año, dos de discos antiguos, la recomendación de un grupo, un artículo sobre Muse, otro sobre Progressive y crónicas de conciertos. Un saludo!



jueves, 13 de septiembre de 2012

The X Factor: Adrenaline Mob - Omertá


Buenas a todos los melómanos que me leen. Esta vez traigo un disco hecho por músicos progresivos, en un estudio de música progresiva pero… que no hacen música progresiva. Hablo de Adrenaline Mob, el grupo liderado por Mike Portnoy(exDream Theater, Flying Colors, Transatlantic, exOSI, Liquid Tension Experiment, colaborador con Neal Morse, exAvenged Sevenfold…) y Rusell Allen(Symphony X). En este disco, Omertá, no vamos a encontrar momentos largos de instrumentalización, ni letras poéticas, ni espacio para las florituras. Este disco es muy directo, y esa es la idea que debemos tener en la cabeza antes de escucharlo. Sino, le haremos una valoración muy injusta a un disco que, lejos de ser progresivo, desprende Heavy Metal por los 4 costados.

El primer tema es el single de su disco: Undaunted. Un tema que deja claro la dinámica del disco: riffs afilados de guitarra, al más puro estilo Godsmack o Metallica, con una voz rasgada de Rusell Allen ligeramente alejado de lo que hace en Symphony X y con un Mike Portnoy comedido en su acción a la batería, pero como siempre, haciendo lo que le sale de los cojones. Y así va a ser en todo el disco, su manía por hacer que la batería suene más que el bajo se ha extrapolado de Dream Theater a aquí y realmente no vas a saber si esta banda tiene bajo. Sinceramente, te lo tienes que creer. El segundo tema es Psychosane, con Allen cantando al más puro estilo DIO en Accept o David Draiman de Disturbed. Es decir, Hard Rock, Heavy Metal, como lo queráis llamar, pero muy potente. El 3º tema es el 2º single del disco, Indifferent, en el que Allen se marca un registro lo más parecido a Bon Jovi con una 2º voz tapada a lo Axl Rose. Este tema es de los más “comerciales”, muy parecido a lo que podrían hacer Creed o Avenged Sevenfold. Muy recomendable.

Hay que decir que la labor de Mike Orlando(trabajó con Zakk Wylde) a la guitarra es muy buena a lo largo del disco, aunque quizá peque de ser un poco plano, salvo en algunas canciones. Aunque a mí se me haga algo pesado un disco de estas características(al no ser mi estilo ni mucho menos), estas son de esas bandas en las que en los directos te lo pasas de puta madre por la energía que desprenden sus canciones. Aparte, los solos de Orlando son acojonantes en todo el disco. All on the Line nos sorprende, con Allen demostrando otra vez que su registro vocal no es para nada limitado. Y se marcan esta canción, inspirada en el mejor rock de los 80 glam, con Allen imitando al mismísimo Myles Kennedy(Alter Bridge, Slash). Una canción que es concebida a modo de balada. Comienza lenta pero gana intensidad en el estribillo, típico esquema de canción ochentera.

Uno no deja de preguntarse cómo habría sido el disco de haber mantenido en la banda a Rich Ward(guitarra y 2º voz en Fozzy). Habría sido un aliciente más a esta superbanda de músicos ya consagrados todos. Lo mismo habría pasado con Paul Di Leo(bajo), que abandonó AM para entrar en Fozzy por recomendación de Ward. Paradojas de la vida, o demasiado ego en un mismo disco, lo dejo a vuestra elección. Los temas pasan, y llegamos a Come Undone, un cover de Duran Duran, y que cuenta con la colaboración de Lzzy Hale(Halestorm), además de que la canción tiene ambientación sinfónica. La voz de Allen en este tema deja bastante que desear, pero Lzzy está que se sale dando esos tonos tan agresivos.

Temas muy potentes los que siguen, y hago un pequeño inciso en el penúltimo tema del disco, Angel Sky, muy bonito. Comienza lento y gana intensidad, al más puro estilo Bon Jovi a las voces, y a lo Creed en lo instrumental. Recomendable. En definitiva, un disco muy recomendable para aquellos hardrockeros. Los que busquen a DT o a SX, que se olviden. No inventan nada nuevo, pero al menos lo que hacen, lo hacen bien. Un saludo!

domingo, 9 de septiembre de 2012

The X Factor: Muse(parte 1)


Para hoy me he propuesto un reto. Una de esas bandas de las cuales escuchas dos canciones, te dicen que es muy buena y tú reniegas de ella hasta que un día, por aburrimiento, te pones a escucharla… y te encanta. Hoy vamos a hablar de Muse. Esta entrada es atípica. Basándome en cada disco de ellos, voy a dar una opinión seria y clara de la banda, disco por disco. Me han dicho que son como Dream Theater, que en cada disco hacen una cosa distinta. A ver si es verdad. Y el disco con el que empiezo es: Resistance, el más nuevo.

Este disco comienza con Resistance, el single principal por lo que tengo entendido. Un temazo que te hace moverte desde el primer momento. No va a ser una crítica del disco, sino más en cuanto a los sonidos característicos de la banda, por lo que no hablaré canción por canción. Lo que sí que destaco desde ya es el magnífico uso del teclado desde el primer momento del disco, con lo que ya se me tiene ganado. No hablamos de cualquier músico. Mathew Bellamy, además de tener una voz peculiar que no entra a la primera, pero engancha, es multiinstrumentalista. Toca guitarra, teclado, canta… Como un Daniel Gindëlow a lo mainstream más o menos, que no deja de ser igual de bueno por otro lado.

Tengo que decir por otro lado que me parece muy acertada la idea de tener una línea de bajo compleja y que además se escuche. Al ser sólo 3 músicos, el tener uno capado por la guitarra no es lo apropiado, y esto le da una dimensión superior al disco. La ambientación conseguida con los teclados, insisto, es una auténtica gozada. Desde Undisclosed Desires comenzamos a ver una clara influencia del rock espacial, que pueden tocar bandascomo Angels & Airwaves(a la que nada tienen que envidiar) o en menor medida, por el uso del teclado, Depeche Mode. También juegan con los ritmos orientales. De algo que me he percatado es que Bellamy en muchas ocasiones canta de una forma que me recuerda a Freddy Mercury, y eso me gusta mucho. Me parece curioso que se ponga a cantar en plan ópera. Curioso que toquen una obra de Chopin al final de Collateral Damage, le da un toque solemne al disco.

Es un disco de contrastes. Tan pronto están tocando a Chopin como en la siguiente canción se marcan un tema bastante “esperanzador” en lo que a sonido se refiere, muy inspirado en U2. Pero aún con todo, también tienen momentos para riffs cañeros de guitarra, con la potencia que Bellamy sabe darle con su inconmensurable voz. Y aún con todo tienen tiempo para ritmos algo más funkys, y con mucha reminiscencia a las obras clásicas del Romanticismo.

Y llega la parte: y ahora cómo me excuso de haberles puesto a parir? Soy un neo progressive rock fan, ya lo sabéis. Y las últimas tres canciones de este disco son una suite, la Exogenesis Symphony. Y comienza con una orquestación preciosa. Lo que me he estado perdiendo todos estos años. Al menos aún tengo tiempo de remediarlo, y comenzar a hacerme fan de esta banda. Un solo disco, y me han enamorado. También es cierto que soy enamoradizo por naturaleza, pero es que enamorarse de este grupo es muy fácil, en serio. Con esto lo dejo por hoy. Una entrada un poco… Atípica. Un saludo!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Memorias de un melómano: como conocí a Metallica

Tras lo bien que me quedaron las primeras memorias de un melómano sobre Dream Theater, he pensado sacar una nueva cada mes, con un grupo diferente. Comenzamos en septiembre, y, como no podía ser de otra manera, debo remitirme a mi génesis. Estuve entre Megadeth o Metallica, tirándome estos últimos. Aún así, en octubre hablaré de Megadeth, dicho queda.

Y todo se remite a hace 7 años, de cuando mi cabeza y cuerpo dieron paso de la niñez a la adolescencia, maldita etapa. Se acababan las clases, y comenzaba el verano, y me iba a pegar la vida, tras haber aprobado 4 asignaturas a última instancia. Entonces llegó a la piscina un socorrista al que siempre le guardaré aprecio, ya que fue él el que me introdujo en el maravilloso mundo del Metal. Debo reconocer que desde pequeñito mi padre me había enseñado lo que era el rock, con cantantes como Elvis, Roy Orbison, Little Richard, Jerry Lee Lewis… a los que siempre guardaré cierto cariño. Pero este chico me mostró que el heavy metal no eran sólo drogadictos con ganas de follar como conejos, sino que las letras de sus canciones podían contener un mensaje, en ocasiones hasta didáctico. Y así fue como me enseñó Nothing else matters. Desde ese momento me enamoré de esa canción. De hecho, aún la escucho mucho. A partir de ahí, pedí mucha música de metal, y el tío me pasó un DVD de música. Ahí comienza mi historia en el rock.

Una historia en la que me distancio de lo que los chavales jóvenes del momento estaban escuchando(aún recuerdo canciones de Crazy Frog o incluso la famosa Dragonstea Dintei xDD), y comienzo a forjarme en la escena trash ochentera principalmente, con Anthrax, Metallica y Megadeth; y en la escena rock urbana de los 90 con Platero y tú, Extremoduro, Barricada o La Fuga. Recuerdo que la 2º canción que escuché fue The Unforgiven, otra balada, que me encantó. Cotilleando encontré The Unforgiven 2, que fue la siguiente que escuché… Y después vino el caos. Seek and Destroy, Master of Puppets, Enter Sandman, And Justice for All, ST.Anger(que en su momento me gusto mucho, por el influjo que el Nu de Slipknot y Linkin Park me metían en la cabeza)… Muchos nombres. Escuché el S&M, un directo con orquesta. Alucinante. Muchos tributos sobre la banda, muchos remixes. Pero quizá no me llegaron a entrar del todo nunca. Como todo poser de 15 años, les criticaba el que se ablandaran con el Load y el Reload. Hoy con 20 años defiendo que ninguna banda puede mantenerse 30 años haciendo lo mismo, rozas el aburrimiento, por mucho que te guste.

Además, una cabeza no mantiene la misma opinión sobre algo durante 30 años seguidos. La cabeza sufre una evolución constante, que gira en torno a la misma base, por lo que el cambio que hicieron en los noventa está para mí totalmente justificado. Cliff Burton fue mi adorado bajista en la adolescencia hasta que conocí a un tal John Myung que lo dejó por los suelos. El resto de la banda para mí no sobresalía, pero juntos eran algo más, eran los reyes del Metal. Ahora con algo más de conocimiento admito que era un fanboy de mierda obcecado en que todo lo que no fuera Metal era basura, y me he perdido auténticas joyas de la música que estoy recuperando. Poco más puedo decir al respecto. Parece que van a sacar nuevo disco, espero que sea mejor que el Death Magnetic(que a pesar de que es nuevo, a la 3º escucha se me hizo muy pesado de acabar) y se dejen de gilipolleces como la infamia de Lou Reed… Que, aprovecho para anunciar una nueva sección: discos que no debí escuchar jamás, comenzará este mes. Atentos!